Como directora de arte busque siempre trabajar en distintos paises, ya sea para una agencia o en algún proyecto ayudando a las marcas ha llegar con un mensaje claro. He trabajado desde conceptos hasta la creación de una gran variedad de marcas, en todo tipo de rubros como mineras, moda, alimentación, educación, arte, etc. Me encanta observar, aprender y conocer a fondo las necesidades de las personas y las marcas para poder potenciarlas.
Algo que llama mi atención es que en épocas difíciles las empresas, sobretodo las mas pequeñas, disminuyen o anulan el presupuesto destinado a brandear su marca. He podido observar esto en los países que he vivido. Los gerentes, directores o dueños creen por lo general que la publicidad es algo que se hace cuando hay plata, solo en épocas de bonanza económica. Es entendible, pero es la publicidad la que te ayudara a vender en épocas de bajo consumo, la que te ayudara estar en el top of mind.
Quiero contarles una historia simple, escrita por un anónimo y sazonada por mi. Hace mucho tiempo me toco leerla por casualidad.
Juan es un hombre cauto y muy trabajador. Es un hombre actual como cualquiera de nosotros. Juan se levanta por la mañana después de dormir en una cama que compro por un email que le llego. Se ducha y lava el pelo con un shampoo que vio en la tele igual que la crema que usa en su cuerpo después de bañarse. Se afeita con una marca que le pareció curiosa al ver el videíto en YouTube. Usa un desodorante que vio en un panel camino a la playa.Juan se viste con ropa de una marca que vio en Instagram, le encanto. Desayuna unos huevos revueltos de una granja orgánica que vio en Facebook. Juan le pone al pan mantequilla de una marca que probo en su supermercado preferido, ese donde siente que comprar es un placer. Se lava los dientes con una pasta que que vio en oferta en la misma revista del supermercado. Juan sale rumbo a su negocio en un auto de una reconocida marca que llamó su atención cuando lo invitaron al evento de lanzamiento.Sin embargo, Juan no cree en el Branding, no cree en desarrollar su marca visualmente, su logo lo hizo su hija, los folletos los hizo con PowerPoint y el texto se lo bajo de internet. Su web no existe, sube sus fotos a redes sociales y postea poco y mal sobre su marca. Sus mensajes no son coherentes, pero no cree en en las estrategias de comunicación, no cree en brandear su marca.
Juan dice que vende boca a boca, que la gente conoce su marca y que no necesita publicar nada. Hasta que un día su negocio quiebra y Juan pone un letrero que dice SE VENDE.
¿Si quieres vender tu producto o darte a conocer, acaso no vale la pena desarrollar tu marca y replantearla, sobre todo en tiempos difíciles?